Y eso, queramos o no, siempre nos pone "nerviosillos" a todos, expectantes a que el inicio de curso vaya sobre ruedas y todos nuestros chic@s sean felices en su cole.
Por eso, este año desde Pastoral, hemos querido que primero sea un curso muy especial, y tenga un momento, también, muy especial. Un momento de reencuentro, de juegos, de nuevos amigos, de risas, de interioridad... al fin y al cabo... un momento con Dios, compartido con todos sus compañeros, como la gran "familia" que somos.
Y llegó el día, y pudieron disfrutar de un día "sin libros". Sin libros pero con muchas emociones.
Los alumnos de primero dedicaron este día tan especial a reflexionar sobre la importancia de sentirse miembros de un grupo para construir algo mejor. Y es que en nuestro cole se respira "cooperativo" y "ser para los demás" por cada "agujerito" de sus paredes, y nuestros chic@s nos lo demuestran día a día.
Y como ocurre siempre, una vez más, los alumnos de primero nos han sorprendido y enseñado algo nuevo. A través de las evaluaciones, hemos descubierto lo mucho que valoran a sus compañeros y a sus tutores, y es que no hay nada mejor que un día "sin libros" para vivir un día "en familia y con Dios".
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