sábado, 31 de octubre de 2020


 Festividad de todos los santos



Si algo es definitivo en nuestra religión cristiana es que Jesucristo triunfó sobre la muerte de una vez para todas, y que el amor del Padre es tan poderoso que le resucitó a Él y con Él a todos los que en esta vida terrena nos hemos unido a Él.

Pero además tenemos el ejemplo de vida de tantos santos, del pasado y del presente, que han decidido hacer de su vida una generosa entrega a la voluntad de Dios y del prójimo. Que se han dejado transformar por ese amor luminoso de Dios y se han ido convirtiendo en amigos sin reservas de Dios y desde ese privilegio amar a los más sencillos.

De los santos que celebramos en esta festividad, conocidos y desconocidos, sabemos que sus vidas han merecido tanto la pena, han estado tan llenas solo de lo importante que en esta vida fueron felices y aún más ya que están en el gozo eterno del amor del Padre.

Pero que hayan triunfado y llevado hasta su plenitud de bautizados no quiere decir que se despreocupen ya de todos nosotros, tenemos la certeza que los que tanto han amado, que los que han sentido tanto el amor de Dios, hoy continúan intercediendo por nosotros.

Aprendamos de ellos y tratemos también nosotros de ser santos. ¿Cómo? Viviendo las bienaventuranzas y dejando que Dios sea el que nos modele.

                ¡Santos y santas de Dios, rogad por nosotros! 


Fieles difuntos


 

Os habéis ido, pero perdura todavía vuestro rastro aquí. La muerte, que nos ha arrebatado de entre nosotros, no puede borrar vuestro recuerdo. No hemos dejado de quereros ni un solo día. Habéis partido, bien lo sabemos, hemos tratado de rehacer nuestras vidas como hemos podido sin vosotros, nada es ya igual, pero seguimos. Y, siguiendo vuestro inolvidable ejemplo, vamos a sacar lo mejor de nosotros para los demás: nuestro amor.

Es tanto lo que os debemos, es tan profunda la huella que nos habéis dejado, que aunque estéis ya lejos, en la vida eterna, seguís de alguna manera presentes ya para siempre en nuestros corazones.

No nos hemos separado para siempre, no. La muerte no puede destrozar todo lo que nos une, y al final, nuestro Dios, el que es misericordioso y reconciliador, nos volverá reunir, a ser felices juntos de nuevo, y gozaremos en torno a Él en un cielo eterno. 







Día de los difuntos

lunes, 19 de octubre de 2020

Día mundial contra el cáncer de mama

NUESTRO COLEGIO CUIDA-ACOMPAÑA

DÍA DEL CÁNCER DE MAMA

Día Internacional contra el Cáncer de mama, el origen de la conmemoración |  MARCA Claro México

Nuestro pequeño homenaje a todas las pacientes y mujeres que han superado el cáncer,

o que están pasando por ello.. Su testimonio, humaniza nuestras vidas.

No queremos olvidar a quien las acompaña, su familia, sus médicos, sus amigos…

que también sufren, alientan, ríen, lloran…con ellas. ¡Nos gusta cuidaros!

Cinta de la conciencia del cáncer de pecho en la flor

Os dejamos esta preciosa canción de ROZALÉN.- VIVIR

https://youtu.be/iqHb7Wan98E

Os dejamos la letra, ¡¡Es preciosa!!!

Sabes, hace tiempo que no hablamos
Tengo tanto que contarte
Ha pasado algo importante
Puse el contador a cero

Sabes, fue como una ola gigante
Arrasó con todo y me dejó desnuda frente al mar

Pero sabes, sé bien que es vivir
No hay tiempo para odiar a nadie
Ahora sé reír

El cáncer de mama en la mujer menor de 40 años supone aproximadamente el 13  por ciento de todos los casos diagnosticados - Salud de la Mujer -  Elperiodicodelafarmacia.com

Quizá tenía que pasar
No es justo, pero solo así se aprende a valorar

Y si me levanto y miro al cielo
Doy las gracias y mi tiempo lo dedico a quien yo quiero
Lo que no me aporte, lejos
Si alguien detiene mis pies
Aprendería a volar

Y si miro a todo como niños
Los colores son intensos
Yo saldré de aquí si lo creó así
Cuando me miren sabrán que me toca ser feliz.

Sabes, he pasado mucho miedo
Este bicho es un abismo
Se me cansa el cuerpo
Se me parte el alma y a llorar.

 

jueves, 1 de octubre de 2020

 Este mes de OCTUBRE lo dedicamos al cuidado de la naturaleza.



Oración por nuestra tierra

Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz,
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo
y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Ensénanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estar con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.